La boca contribuye enormemente (aunque no lo hace sola) a la expresividad del rostro: de hecho, completa y "corrige" la expresión de ojos y cejas. Hasta la más mínima variación de los labios puede cambiar el humor del personaje. En este tutorial vamos a analizar unas técnicas y unas posturas básicas que nos servirán para llegar a todas las que nos hagan falta...
FIGURA 1 |
1) en esta parte de la cara, los elementos de los que disponemos para transmitir un estado de ánimo son: labios, dientes, lengua y mentón (los estudiaremos excluyendo las otras partes de la cabeza que también contribuyen a la expresividad); por lo tanto veremos las formas de la figura 1 imaginándonos, en cada una, las partes que faltan (ojos, nariz, etc.):
2) tras haber visto las expresiones con la boca cerrada, vamos a ver expresiones con la boca abierta, en la figura 2:
FIGURA 2 |
3) es evidente que existe una cantidad infinita de expresiones y verlas todas sería realmente imposible. Lo que hay que tener claro es de donde partir para definir un estado de ánimo amalgamando posturas básicas, estereotipos y creatividad;
4) vamos a ver algunas ideas y detalles:
5) y para terminar, un último consejo: mirarnos mucho al espejo, alterando sucesivamente cada detalle de nuestra propia mímica facial, nos ayudará a comprender qué es lo que caracteriza eficazmente una expresión.