La visión frontal de la cabeza es una de las más sencillas que se puedan realizar, entre todas las posibles, pero deberíamos tener cuidado y no utilizarla mucho, ya que puede llegar a ser molesto y contraproducente. La visión estática frontal nos sirve para tomar posesión del personaje o para algún primer plano, mientras en los demás casos no hace más que darle "inmovilidad" a la escena...
FIGURA 1 |
1) A lápiz, a mano alzada (intentando apretar lo menos posible), empezaremos dibujando un círculo (fig. 1, en rojo);
2) Ahora trazaremos un segmento que se extienda verticalmente desde el punto 1 (fig.1) hasta el punto 4, partiendo a la mitad el círculo. Las proporciones tienen que ser las siguientes: "de 1 a 2" > "de 2 a 3" > "de 3 a 4" (en verde); esas últimas medidas pueden variar, siempre que el equilibrio de la obra quede inalterado;
3) cuando hayamos encontrado, o más bien "elegido", el punto 4, tendremos que trazar unas lineas curvas que se reúnan con la circunferencia en los puntos 5 y 6 (fig.1); Una vez tengamos lista la silueta del rostro, sólo nos queda añadir los ojos, la nariz, la boca y las orejas en las zonas indicadas por las marcas;
FIGURA 2 |
4) ahora veremos como encontrar la posición de lo que falta para acabar nuestro rostro (fig 1, en naranja):
5) está claro que estas indicaciones pretenden sobre todo estimular la búsqueda personal de un método para localizar las proporciones, y no aspiran a fijar unas reglas estándar.