A veces, la diferencia entre un sujeto bien realizado y un sujeto con "estilo" (sobre todo si se trata de un personaje femenino) está en el tipo de iluminación que se le aplica al pelo. En el estilo manga este juego de luces y sombras tan intenso (e irreal) permite darle volumen al color y a las formas, y de utilizar una amplia gama de tonalidades brillantes que en otro contexto sería impensable...
FIGURA 1 |
1) ante todo hay que dibujar, como siempre, nuestro personaje completo de rostro y peinado (fig.1 - en este caso hemos elegido a una chica con un peinado muy común);
2) después tenemos que determinar de donde viene la fuente de luz que provocará las alteraciones de tonalidad en el pelo que estamos realizando (fig.1 en alto a la izquierda);
3) ahora empezamos separando el pelo en dos partes (fig.2 una más clara y una más oscura); utilizaremos básicamente tres gradaciones de color, que podemos elegir si difuminar o mantener bien separadas;
4) cada mechón que pertenece a la mitad iluminada tiene que dividirse en dos o tres partes, y hay que llenar cada parte con zonas de diferente intensidad, según pertenezca a una mitad o a la otra (fig.2 en la parte oscura el filamento más oscuro, en la parte clara el filamento claro);
FIGURA 2 |
5) la intensidad y las variaciones de una tonalidad a otra son más bien sujetivas, aunque en cierto sentido el equilibrio (con preponderancia de secciones oscuras o medio oscuras) debería ser constante;
6) como podemos ver en la figura 2, el resultando es bastante satisfactorio, aunque falta aún todo el complejo de luces, sombras, reflejos y difuminados, característicos del estilo manga (evidentemente, también podemos dejar el trabajo en este punto);
7) si queremos seguir adelante, las zonas que hay que colorear se dividen en varias tipologías, las más comunes son:
FIGURA 3 |
8) y para terminar vamos a ver unos apuntes sobre lo que no hay que hacer y lo que hay que tener en cuenta: